La coccidiosis es una enfermedad parasitaria que afecta gravemente a la industria avícola. Provoca consecuencias económicas y también en el bienestar de las aves.
Esta enfermedad afecta el tracto gastrointestinal de los broilers, posee un ciclo de vida que se divide en dos fases, asexual y sexual. La fase asexual es cuando la reproducción ocurre dentro de los enterocitos del epitelio de las aves (invaden y dañan células intestinales), provoca diarrea, pérdida de peso, falta de apetito, deshidratación e incluso la muerte. Mientras que la fase sexual tiene lugar en la luz intestinal, produce la unión de gametos y posteriormente los ooquistes son excretados a través de las heces y se propagan al resto de aves.
Una estrategia utilizada para combatir la coccidiosis es la vacunación. Las vacunas coccidiales son desarrolladas para inmunizar a las aves contra los diferentes coccidios, ofrecen una protección específica y duradera a diferencia de los tratamientos químicos convencionales.
Sin embargo, la vacunación contra la coccidiosis conlleva desafíos. Errores en la administración, almacenamiento o preparación de las vacunas pueden comprometer la eficacia y reducir la protección ofrecida a las aves. Además, para lograr una protección completa contra todas las cepas de coccidiosis podría ser necesario utilizar varias vacunas.
Estos parásitos tienen una gran capacidad para mutar y adaptarse. Es crucial mantenerse en constante vigilancia y actualizar vacunas en caso de que surjan nuevas capas.
Información extraída de un artículo de Veterinaria digital: https://www.veterinariadigital.com/articulos/evolucion-del-control-de-la-coccidiosis-en-pollos-de-engorde-nuevos-horizontes-preventivos/