Durante los últimos años la salmonella de serotipo S. infantis se ha vuelto de las enfermedades a atender con mayor prioridad en la industria alimentaria. Si bien esta patología no es severa en animales de engorda como pollos y pavos, lo realmente preocupante son los efectos que puede causar en quienes consumen carne contaminada, en especial aquellas personas inmunodeprimidas, niños y ancianos.
La cadena de trasmisión de la enfermedad involucra diferentes causales, si nos centramos en las granjas avícolas, la transmisión sucede cuando movilizamos ya sea aves o instrumentos contaminados entre áreas, lo que resulta en la infección de más animales. Es fundamental que los avicultores implementen medidas para prevenir y minimizar el riesgo asociado a esta bacteria en la cadena de producción avícola.
Prevención y control de Salmonella infantis
La mejor manera de prevenir la infección y contagio en aves es mantener la microbiota y el funcionamiento intestinal de los animales, sumando acciones que aseguren la limpieza y correcto manejo de los residuos.
Las siguientes acciones preventivas involucran la higiene del personal que manipula a los animales, usando siempre protección y continua desinfección. Cabe destacar que se hace un llamado exhaustivo a cuidar las medidas anteriores en toda interacción con las aves, desde sus manejos, traslados y hasta el proceso de faenado.
Una vez sacrificado el animal, se debe continuar con el exhaustivo tratamiento de residuos, limpieza y desinfección de las áreas e higiene del personal.
La Salmonella infantis representa un desafío significativo tanto para la industria alimentaria como para la salud pública y a la avicultura también le corresponde involucrarse en las acciones preventivas para cuidar la salud de todos.
Información extraída de la publicación contenida en Veterinaria Digital. Del artículo por Dra. Cecilia Lugo.