Los avances genéticos de los últimos años han permitido un crecimiento en las camadas de porcinos. Sin embargo, a la par, se ha visto un incremento en la mortalidad de los lechones que puede oscilar entre un 4% y un 20% durante los primeros días de vida y durante el destete.
El periodo de lactación y destete son etapas cruciales durante la vida productiva de los cerdos, por lo que es importante atender los factores que podrían aumentar la mortalidad en granja.
Causas de la mortalidad en lechones durante la lactancia y destete.
Muchas de las causas se encuentran relacionadas al estado de la madre y a la leche que producen. Las condiciones de salud de la madre afectan la calidad de su leche, en especial la que será consumida en las primeras horas de vida, por lo que el sistema inmunológico de los lechones se verá comprometido, el desarrollo no será óptimo y se aumentarán los riesgos de mortalidad disminuyendo la rentabilidad de la producción.
Una alimentación deficiente puede afectar negativamente el bienestar intestinal del lechón, alterando el equilibrio de la microbiota y debilitando las defensas del organismo, resultando en un crecimiento deficiente.
Los índices de mortalidad más elevados en estas fases del desarrollo se relacionan a los desórdenes y enfermedades de tipo entérico. Las más frecuentes a nivel de granja son:
1.- Colibacilosis neonatal:
Es una de las patologías entéricas más relevantes de esta etapa, producida por Escherichia coli. Esta bacteria es abundante naturalmente en el intestino sano de los cerdos, pero cuando las condiciones intestinales no son óptimas por diversas razones, esta bacteria se prolifera con mayor facilidad, produciendo severos síntomas como septicemia, diarrea aguda y deshidratación severa, que en la mayoría de los casos produce la muerte del lechón.
2.- Clostridiosis:
Producida por Clostridium perfringens tipo A y C, aparece en neonatos o lechones con 4-6 días de vida cuando dejan de tomar calostro.
El Clostridium perfringens tipo A produce enterocolitis necrótica. La bacteria produce alfatoxina, la cual es hemolítica, necrotizante y letal con mortalidades de hasta el 50%, y betatoxina, que produce enteritis necrótica además de afección del sistema nervioso central en casos severos.
El Clostridium perfringens tipo C provoca disentería aguda, la cual cursa con alteraciones nerviosas, diarrea y necrosis de la mucosa intestinal. Muchas veces, la sintomatología es tan severa que ningún tratamiento es eficaz y la muerte de los lechones es inevitable.
3.- Rotavirus porcino:
Es la enfermedad vírica más importante en lechones lactantes. Afecta a las vellosidades intestinales y va acompañada de anorexia, vómitos, diarrea maloliente y deshidratación, con un 50% de mortalidad en lechones menores de tres semanas de edad.
4.- Parasitosis intestinal:
Es un conjunto de trastornos intestinales causados por uno o varios patógenos. Entre sus síntomas están diarrea, enteritis, deshidratación, pérdida de peso, malabsorción de los nutrientes y retraso en el crecimiento a consecuencia de todo lo anterior. Esta enfermedad, además de comprometer la supervivencia del lechón, puede afectar etapas posteriores de la producción como lo puede ser la fase de engorda.
Prevención
Para prevenir la aparición de estas enfermedades es necesario atacar las causas primarias que propician las infecciones, por lo que se recomienda mantener especial cuidado en el manejo de la cría y la cerda lactante con las siguientes acciones:
- Procurar una nutrición equilibrada para la madre desde antes de la lactancia.
- Atender el manejo del estrés de los animales.
- Tomar acciones para estimular del desarrollo digestivo del lechón.
- Controlar la microbiota intestinal de las crías.
- Implementar programas de vacunación.
Como conclusión, reiteramos que las mejores acciones para disminuir la mortalidad en las crías de cerdos es atender primeramente la salud y nutrición de la madre para que pueda ofrecer una lactancia de calidad asegurando la nutrición y fortalecimiento del sistema inmunológico del lechón. Aunado a lo anterior, se recomienda mantener minuciosos cuidados con el manejo de las crías y las madres lactantes para así evitar infecciones que comprometan su salud en estas etapas tan cruciales del desarrollo.
Información extraída de la publicación contenida en Veterinaria Digital. Artículo por la Dra. Cecilia Lugo.